La compañía discográfica Wienerworld ha lanzado al mercado una serie de grabaciones tituladas “Down Home Blues Series” que pretenden recopilar los orígenes del blues. Hasta el momento han publicado seis entregas “Detroit. Detroit Special” (3 cds), “Chicago Volume One. Fine Boogie” (caja de 5 cds), “New York & The North Eastern States. Tough Enough” (4 cds), “Chicago Volume Two. Sweet Home Chicago” (5 cds), “Miami, Atlanta & The South Eastern States” (3 cds) y éste último titulado “Chicago Volume 3. Down Home Blues. The Special Stuff” (4 cds). Como puede fácilmente deducirse, ésta es una impresionante colección que recoge no sólo grabaciones difíciles de encontrar, sino que también posee un valor histórico incalculable.

Este último volumen se centra en la historia de los pioneros que forjaron el sonido del blues de Chicago. Además de los cuatro cds que se incluyen, en esta caja se encuentra también un exhaustivo libreto que nos relata la historia de cómo Chicago llegó a convertirse en la meca del blues. La ciudad se fundó en 1779 y sobre 1900 ya poseía una población de un millón setecientos mil habitantes, aunque solo el 2% eran de color. No fue hasta 1910, año en que ocurrió la llamada “Gran Migración” en la que muchos negros del sur emigraron hacia el norte en busca de nuevas oportunidades, cuando Chicago empezó a convertirse en una ciudad de acogida no sólo para la gente de color que huían de las miserables condiciones en las que vivían en el sur, sino también para muchos emigrantes europeos. Ciudades como Chicago, Nueva York o Detroit se llenaron de gente trabajadora que también introdujeron su música en estas grandes urbes. Otros factores contribuyeron también a hacer de Chicago la meca del blues, tales como la aparición de diversas compañías discográficas como Okeh Records y la popularidad de los fonógrafos (tocadiscos) que en Chicago eran fáciles de conseguir, gracias a ser fabricados en esta ciudad.

Aunque las primeras grabaciones fueron originalmente de jazz, pronto el blues tomó un camino propio y a partir de 1926, Chicago empezó a acoger a artistas de blues que iban a grabar a sus estudios como Blind Lemon Jefferson en Paramount o Pinetop Smith.

La gran depresión supuso un duro golpe para la industria fonográfica, pero Chicago se recuperó pronto gracias al empresario Lester Franklin Melrose quien fundó la compañía discográfica Bluebird y una tienda de discos en el Southside de Chicago. Allí Melrose conoció a muchos artistas de color que tocaban blues como Big Bill Broonzy, Memphis Slim o Tampa Red, convirtiéndose en su manager y representante, consiguiendo excelentes ventas y reconocimiento para sus artistas.

Sin embargo, al final de la segunda guerra mundial, la influencia de Melrose decayó considerablemente, pues los gustos musicales habían cambiado. El publico ya no quería escuchar blues acústico y se decantaba por los nuevos instrumentos electrificados que era lo que se escuchaba en los clubs de la ciudad, y que también querían llevarse a sus casas en los discos. Además, aparecieron pequeñas compañías independientes como Rhumboogie Records, que también poseía el Rhumboogie Club en el este de Chicago, que grabó a T-Bone Walker, o Mercury Records fundada en 1945 por Irvin Green junto a tres socios, que grabaron a infinidad de músicos de blues de la ciudad.

En 1941 se registraron algunas de las canciones que se incluyen en el inicio de esta colección. En esa época, el blues en Chicago estaba ya en primera línea de éxito comercial y cultural. Infinidad de clubs habían abierto sus puertas tanto en el Southside como en el West Side, donde sus propietarios daban cabida a todos aquellos artistas que llenaban de blues las calles de la ciudad. Estos cuatro discos recogen aquella época dorada y floreciente del blues que, durante veinticinco años, hizo que Chicago fuera la ciudad del blues y que, sin duda, harán disfrutar a todos los amantes del género.

Ciñéndonos a la música de estos cuatro álbumes, decir que por ellos desfilan algunos nombres conocidos por la mayoría de los aficionados, otros no tanto y algunos muy oscuros Ente los conocidos se pueden citar a Robert Lockwood Jr, Little Walter, Muddy Waters, Eddie Taylor, Sunnyland Slim, Magic Sam, Sonny Boy Williamson, Chuck Berry o Big Joe Williams entre otros. De los menos conocidos podemos mencionar a Johnny Temple, Big Maceo, Jody Williams, Floyd Jones o Jazz Gillum… y entre los más oscuros se pueden nombrar a J.T. Brown, Morris Pejoe, Little Hudson, Lucky Carmichael, Grover Pruitt, Alfred Wallace, Minnie Thomas o Mata Roy… y así hasta un total de más de treinta artistas que completan estos cuatro discos. En el libreto el aficionado encontrará todos los detalles de las grabaciones, los sellos discográficos, las fechas de grabación y los músicos de acompañamiento en cada sesión, amén de una biografía de cada uno de los artistas seleccionados.

Cuatro cd’s para disfrutar, aprender, descubrir y guardarlos en tu estantería como oro en paño. Son casi 320 minutos de blues contenidos en esta extraordinaria e imprescindible caja.