La cantante y guitarrista Val Starr publica su séptimo álbum, uno de los más personales de su carrera, no sólo por las letras de sus canciones que nos hablan de las tristezas, desilusiones y fracasos de la vida pero también del agradecimiento por los momentos de felicidad, sino también porque Val incluye los estilos con los que se siente más cómoda como son las baladas, los shuffles, el jump blues, el swing, el rock blues y la Americana, estilos que le permiten expresarse tal como ella es y comunicar las experiencias de cómo concibe y vive los blues.

Val empezó a tocar la guitarra a los doce años, siguiendo la estela de artistas como Carole King o Joni Mitchell y las bandas de los sesenta y setenta. En 1983 se casó con el bajista John Ellis formando una feliz familia que continua hoy día. Juntos iniciaron una carrera tanto cómo dúo como uniéndose a diferentes formaciones y durante años no pararon de trabajar y de tocar prácticamente cada noche de la semana. En 2010 cansados de esta vida decidieron retirarse y participar únicamente en jams locales. Eso sirvió para que conocieran a nuevos músicos y finalmente decidieran montar su propia banda y volver a los escenarios.

Como su título indica, este álbum supone la vuelta de Val y John a la primera línea. Val quiere mostrarse ahora tal como es, sin imitar a otros artistas, cosa que consigue plenamente, gracias a la sinceridad y espontaneidad con que interpreta las trece composiciones propias que componen este disco.

Además de Vall Starr a la voz y la guitarra, la banda se compone de John Ellis al bajo, Timothy Brisson a la guitarra solista, Frankie Munz a la armónica, Pamela Charlles Arthur a los teclados y Kirk Hooper a la batería. El disco cuenta también con algunos invitados como Marty Deradoorian y Saxophone Zot a los saxos, los guitarristas Dave Segal, Stephen Kimball y B. Christopher y el batería Darrell Echols.