Nacida en Houston, Texas, Trudy Lynn vivió toda su infancia rodeada de música. Su primo Al “TNT” Braggs era cantante de rhythm and blues y compositor para Bobby “Blue” Bland. A menudo solía cantar en el porche de su casa para los vecinos y, en el instituto donde estudiaba, formó parte de su coro y de varias bandas de jazz. Albert Collins vio su potencial y la invitó a compartir escenario en algunas ocasiones. Todo esto la animó a dedicarse completamente a la música, iniciando una fructífera carrera que se ha ido prolongando en el tiempo hasta el día de hoy.

Reconocida asimismo con innumerables premios y galardones, Trudy publica ahora este álbum con el que celebra su setenta y cinco cumpleaños y lo hace por todo lo alto con un trabajo en el que se muestra como una poderosa y carismática diva. Como puede comprobarse a lo largo del álbum, tanto el blues como el soul no tienen secretos ni dificultades para ella, y en todo momento modula y ataca los temas con arrogancia y un poderío asombroso.

Los once temas que dan forma al disco son un compendio de clásico rhythm and blues, soul y blues interpretados con la magnificencia y el convencimiento que solo una verdadera puede llevar a cabo, estando muy bien respaldada por un excelente plantel de músicos más la colaboración de Anson Funderburgh a la guitarra en algunas canciones.