Para quienes no conozcan al cantante y guitarrista Tommy Z, mi recomendación es que no dejen pasar ni un minuto más sin descubrir a este formidable músico.

Este nuevo disco es una buena manera de hacerlo, gracias a las once canciones seleccionadas para el mismo y que cuentan con una excelente producción a cargo de Tom Hambridge y el propio Tommy Z, quienes han hecho una labor más que notable, tanto en lo que a creatividad se refiere como en el resultado final que no puede ser más brillante.

Oriundo de Buffalo, New York, Tommy desarrolla toda su poderosa maquinaria sonora a base de combinar blues clásico y blues contemporáneo junto a algunos toques de pop, rock, jazz y funk con un fraseo de guitarra brillante e impoluto. En los últimos años Tommy ha realizado extensas giras, no solo por los Estados Unidos sino también por Europa, Sudamérica y África. Un extenso plantel de músicos colaboran en el álbum, contribuyendo con su buen hacer a redondear un producto atractivo en si mismo, por lo variado y energético que suena y por la contundencia que desprende a lo largo de los casi sesenta minutos de duración.

En definitiva, un trabajo digno y muy apetecible a cargo de un músico que sabe lo que hace, lo que quiere y lo que se lleva entre manos.