Durante unos conciertos en New York en verano del 2013, Tomás Doncker sintió que tenía que hacer algo para rendir tributo a uno de sus mayores ídolos como es Howlin’ Wolf Esta idea fue madurando poco a poco en su cabeza, tomando la forma de un álbum con gran amplitud de miras, recibiendo además el beneplácito de dos de los mayores biógrafos de Howlin’ Wolf como son James Segrest y Mark Hoffman, así como el de la propia hija de Howlin’, Ms Betty Kelly que quedo encantada con la idea Finalmente en 2020 este proyecto se ha podido llevar a cabo a través de este álbum que incluye once canciones del malogrado Wolf y un tema propio titulado Shook Down Además de una increíble similitud entre las voces de Doncker y Wolf, todas las canciones recrean a la perfección la atmósfera que aquel gran bluesman sabía dotar a sus interpretaciones, sin dejar por ello de lado una presentación muy actual que hace que este disco pueda ser apreciado, tanto por el neófito del blues como por el viejo aficionado Un placer escuchar de nuevo temas tan emblemáticos como Killing Floor, Back Door Man, Spoonful, Little Red Rooster o I Ain’t Superstitious, magníficamente recreados por Tomás Doncker a la voz y la guitarra, acompañado por hasta nueve músicos que dan forma y relieve a este notable disco