Después de una década en el ejército y otra década trabajando para su país, Tom Buenger decidió que quería dedicarse por entero a la música y en especial a los estilos que más le atraían como el blues, el gospel, la Americana y la roots music, estilos todos ellos de los que Tom bebe, estudia y absorbe con enorme intensidad.

Buenger decidió establecerse en el norte de Seattle, frecuentando los pequeños bares, cafés y clubs locales, donde empezó a actuar y a desarrollar su carrera musical con un estilo propio que ha ido adaptando a lo largo del tiempo tanto como cantante como multi instrumentista.

Actualmente presenta este trabajo con once canciones propias en las que ha contado con los guitarristas Teresa Russell desde Los Angeles, Rafael Tranquilino desde la ciudad de Méjico y Chris Eger desde la costa noroeste del Pacífico, junto a Richard Williams al bajo y Cyrus Zerbe a la batería.

Las canciones de este álbum son un reflejo del buen hacer de este músico ecléctico que toca diferentes estilos de la música americana y que es capaz de desarrollar e interpretar con solvencia, encontrando siempre su inspiración en esos géneros musicales que acabamos de mencionar que son los que hacen que Buenger se sienta cómodo y, de este modo transmitirlo al oyente más avezado, con abundantes dosis de espontaneidad, sencillez y honestidad.