Matthew Skoller pertenece a esa generación de cantantes/armonicistas basados en la tradición jugosa del blues de Chicago de los años cincuenta, profundamente influenciados por el estilo y los riffs de Little Walter en el sonido amplificado y a Sonny Boy Williamson en el acústico Sin embargo Matthew ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos imprimiendo a su música un sello personal y característico, aportando asimismo nuevas ideas y fraseos, pero respetando siempre la tradición con toda la consideración que esta merece Un disco intenso, elegante y honesto, lleno de buenas ideas y una frescura altamente gratificante que se va descubriendo a medida que uno se adentra en este mundo, un mundo rico y efervescente lleno de climax y momentos de espectacular interés Y, ¡atención!, Lurrie Bell está a la guitarra