Durante los años noventa el cantante y guitarrista Scott Smith dejó su casa y sus amigos en Vancouver, Canadá cuando todavía era un adolescente para lanzarse a la carretera y dedicarse ‘full time’ al noble arte de la música Durante esa andadura conoció a los que se convertirían en miembros de su banda Terminal Station y también sus mejores y grandes amigos como son el bajista Jeremy Holmes, el batería Liam MacDonald, el teclista Darryl Havers y el armonicista Victor Polyik, quien actualmente vive en Australia pero que viajó a Canadá con su familia con la única finalidad de grabar este álbum Doce canciones que reflejan no sólo la química que existe entre todos estos músicos sino también el conocimiento de los diversos estilos de blues y de la ‘roots rock music’ que poseen En el álbum se pueden saborear una excelente variedad de estilos e influencias que van desde T-Bone Walker en canciones como One More Shot o Take Me Back Or Let Me Go hasta los Allman Brothers en One More Bottle, los Credence Clearwater Revival en Poor Lightnin’, BB King en If You Don’t Know Me Now, Booker T en Booker D, los Cream en Barrelhouse e incluso Magic Sam en It’s Not The End Of The World· Como se puede fácilmente deducir, éste es un álbum donde el muestrario y la paleta pictórica de Scott Smith y su banda atesoran una amplia gama de colores, variedades y texturas, todas ellas de primera categoría