La cantante y compositora Sunny Bleau (Kelly Brock) tiene una forma muy especial de cantar los blues, a medio camino entre la elegancia más sofisticada y la fuerza salvaje de las cantantes de barrelhouse y juke-joints. Suele actuar acompañada del guitarrista y también compositor Nic Cocco y. a lo largo de los años. han creado un amplio repertorio de buenas canciones.

A menudo suelen compartir escenario con el bluesman Mick Kolassa, quien ha sido el productor de este álbum. Mick les ha proporcionado un excelente plantel de músicos que los acompañan como son Jeff Jenson a la guitarra, Kiersi Joli a la armónica y voces, Rick Steff al Hammond B-3, wurlitzer y piano, Dr. Peter Stephenson al Hammond SKx en un tema, Bill Ruffino al bajo y James Cunninham a la batería.

El disco presenta diez canciones que oscilan entre las vertientes del blues clásico y que van desde el blues de vaudeville, al de Chicago o el Memphis blues, junto a shuffles o blues lentos intensos y agradables al oído y en los que Sunny Bleau muestra su versatilidad de recursos vocales. Interesantes son asimismo las letras de sus canciones que en su mayoría hablan del paso del tiempo, la vejez, el amor o la soledad, todo desde un punto de vista muy feminista.

Como dice la canción con la que se cierra el álbum, titulada “Memphis Bound (It Is Well With My Soul)” y que se convierte en un tributo a todos esos músicos que continúan entregándose con cuerpo y alma cuando interpretan los blues: “cuando muera no iré al cielo… porque Beale Street es la tierra santificada”. Así lo entiende Sunny Bleau cada vez que se sube a un escenario y canta blues.