Posiblemente se trata de uno de los proyectos con más envergadura en el campo de la música multicultural que se han ido acomodando en el regazo de la reciente escena valenciana La máxima responsable de esta lúcida y elegante grabación es ni más ni menos que la enigmática y vaporosa bretona de nombre Stéphanie que, tras diversas aventuras en un sinfín de puntos del planeta, un día decidió recalar en las orillas del Turia y del mar Mediterráneo para desplegar con un optimismo considerable toda su sabiduría musical en una amplia muestra de sus variopintos sonidos Un proyecto donde fluye desde el jazz, la canción francesa, el reggae, el pop elegante o el swing agitanado y folklórico de los Balcanes En esta aventura convergen además maneras diferentes y opuestas de concebir la música, ya que en el grupo hay sensibilidades provenientes de lugares tan distintos y dispares como Japón, El Salvador, Bélgica, Francia o las Islas Canarias Si os gusta la música tranquila y balsámica realizada a base de flautas, clarinetes, ukeleles, violines, xilófonos y demás instrumentos bucólicos, entonces no dudéis un momento en conseguir una copia del disco