Desde Noruega llega un trabajo del cantante y armonicista Stein Stokke Junto a su banda The Engine forman una engrasada máquina de fabricar excelente y clarividente blues en el estilo más ortodoxo que practican diversas bandas norte europeas, siempre acompañado de divertidas letras que constituyen el núcleo principal de esta obra que comunica una atractiva experiencia musical Para quienes no les suene el nombre de Stein Stokke, decir que lleva en el mundo del blues desde finales de los años sesenta y es conocido en Noruega, no solo por su carismático tono vocal sino también por su personal estilo de soplar la armónica, siendo uno de los pocos músicos que incorpora un instrumento como el bombardino en una banda de blues en algunas canciones Sus influencias recogen las de cantantes como Tommy Johnson, Howlin’ Wolf, las de armonicistas como Little Walter o ambos Sonny Boy Williamson o el feeling de Little Milton o Ruth Brown Sin embargo también concede gran importancia a los monólogos que intercala entre canción y canción durante sus actuaciones en directo Trond Eliassen a la guitarra y slide, Rickard Johannesson al bajo y Rune Bryn a batería forman junto a su líder Stein un notable combo cuya misión es la de que el blues continúe vivo en su Noruega natal