Aprovechando unos días de descanso entre sus conciertos de Madrid y Copenhagen, Erkan Özdemir, manager y bajista de la gira, le propuso al cantante y guitarrista Shawn Pittman acercarse a un estudio cercano a la ciudad danesa para grabar algunos temas Ambos músicos junto al batería Levent Özdemir se dirigieron al estudio sin ninguna idea preconcebida de lo que iban a grabar Allí se encontraron con un joven de veintiún años llamado Christian Heyman Zinckernagel, propietario del estudio de grabación y apasionado del sonido y de los equipos vintage Shawn quedó encantado, pues precisamente tenía en mente poder conseguir aquel sonido cálido que proporcionan los viejos amplificadores de válvulas y las guitarras Fender Telecaster La química surgió inmediatamente entre Christian y los músicos por lo que, a partir de ese momento, el genuino sonido y los blues fluyeron de manera espontánea a lo largo de una sesión que se realizó sin ‘overdubs’ ni otros efectos habituales, de la que salieron los trece temas que han sido incluidos en este álbum tal y como se interpretaron en el estudio, es decir, en vivo y en directo, entre los que se encuentran canciones propias y versiones Este es un disco fresco, sincero y lleno de feeling, donde el blues impacta de principio a fin en el oyente sin fisuras ni otras zarandajas que no vienen a cuento