Ganador en 2013 del International Blues Challenge en Memphis, el cantante y guitarrista Selwyn Birchwood se consagra como uno de los jóvenes valores del nuevo panorama del blues contemporáneo. La crítica especializada ha dicho maravillas de este joven músico que está llamado a convertirse en uno de los estandartes del blues más actual.

Nacido en 1985 en Orlando, Florida Selwyn empezó a tocar la guitarra a la edad de trece años. Pronto descubrió a Jimi Hendrix pero, sin embargo, no fue hasta el momento en que vio en directo a Buddy Guy cuando quedó profundamente atrapado por los blues, estilo que le cautivó hasta externos insospechados, empezando a aprender de músicos como Albert King, Muddy Waters, Freddie King, Albert Collins, Lightnin’ Hopkins e incluso Roy Buchanan. A los diecinueve años Selwyn conoció a Sonny Rhodes quien inmediatamente le incluyó en su banda. Gracias a las enseñanzas de Rhodes y de haber cursado estudios musicales en la Universidad de Tampa, actualmente Selwyn se ha convertido en un impresionante guitarrista y cantante capaz de enfervorizar a las audiencias más diversas.

Este es su cuarto álbum para el sello Alligator y a bien seguro que tampoco será el último, pues Birchwood emana una energía y comunica un poderío que consigue un enorme y potente impacto en todos aquellos que se acercan a su música. El disco incluye trece canciones que, basadas en el blues más tradicional, van un paso más allá, conformando un estilo personal que el propio Selwyn define como “Electric Swamp Funkin’ Blues” y que combina el blues más apasionado con el rock psicodélico, el funk o el southern soul, interpretados con enorme energía, buen gusto y mucho ingenio.