Aquí llega el octavo álbum del cantante y guitarrista Rick Berthod en el que nos obsequia con diez canciones en las que combina algunos temas instrumentales con otros que podrían recordar a aquellos blues que solían interpretar los maestros tejanos Albert Collins o Stevie Ray Vaughan De hecho fue el propio Albert Collins quien en 1988 le ayudó a montar una banda con algunos de los mejores músicos de blues de la costa oeste, lo que hizo que Rick viera que tenía un prometedor futuro por delante y rápidamente empezara a ser conocido por una inmensa mayoría de aficionados, compartiendo también escenario con artistas como John Mayall, Gregg Allman, Savoy Brown, Etta James o The Yardbirds Las canciones escogidas para formar parte de este nuevo proyecto nos permiten apreciar en toda su magnitud la técnica, el buen gusto, la variedad, la elegancia y el feeling con los que Rick comunica sus solos de guitarra al oyente, perfectamente respaldado por Billy Truitt al Hammond y piano, Smiley Lang al bajo y voces y Justin Truitt a la batería, más la colaboración de PJ Barth a la guitarra en un par de temas y Ron Anaman a las voces también en dos canciones Un más que notable álbum de este guitarrista que, sin duda, merece ser tenido muy en consideración por el buen aficionado