La vida de Richard Gibbs ha girado siempre en torno al góspel. Su padre era vocalista en el grupo The Soul Stirrers y, durante los años 50 y 60, su madre fue cantante de góspel y miembro de The Caravans. A la tierna edad de tres años Richard quedó deslumbrado por el órgano al escuchar a John Green tocar este instrumento en The Redeeming Church Of Christ. A los siete años Richard ya estaba tocando en diferentes iglesias de la ciudad de Chicago y alrededores, además de acompañar regularmente a su madre y, desde 1979 hasta el día de hoy toca cada semana en la Central Baptist Church. De 1997 a 2017 ha formado parte de la banda de Aretha Franklin. Gibbs está especializado en acompañar a grandes voces del góspel como Smokie Norful, Anita Wilson, Rance Allen, Bishop Marvin Winans, Albertina Walker o Mavis Staples, aunque en este disco se quiere resaltar sobre todo su habilidad y capacidad como pianista y también como organista.

El álbum está dedicado a la memoria de su madre Inez Andrews y a la de Aretha Franklin con la que tuvo el honor de tocar en la Casa Blanca. Para ello Richard ha incluido una selección de canciones pertenecientes tanto a su madre como a Aretha. Este trabajo que aquí presentamos nos muestra la sensibilidad, el talento y el groove que este artista despliega cada vez que se sienta delante de los teclados.

Once apasionados cortes de impronta góspel que atrapan una y otra vez al oyente y donde todos los participantes se recrean con ímpetu y una enorme fe. Además de Richard Gibbs al órgano, piano y bajo en dos temas, se encuentran las impresionantes y maravillosas voces de Denise Rutledge, Just Friends y Clyde Brown, el batería Kenard Pulliam, Richard Gibbs III al órgano y bajo en un corte, Al Willis guitarra también en una canción y Daniel Weatherspoon a la tambourina y cuerdas en dos canciones.