Aunque Paul Cowley no ha viajado nunca ni a Mississippi, ni a Chicago, ni a ningún rincón de los Estados Unidos, por su forma de cantar y tocar la guitarra podría decirse que proviene de esos recónditos lugares americanos. Sin embargo, Paul ha desarrollado su carrera por la zona de Birmingham en Reino Unido, donde ha conseguido un publico fiel que aprecia su estilo relajado e intimista de desarrollar los blues.

Paul quedó profundamente impresionado por Lightnin’ Hopkins cuando, con cuarenta años cumplidos, pudo escucharlo por primera vez. Desde entonces se dedicó a profundizar en los sonidos del blues acústico del Delta, convirtiéndose en un auténtico contador de historias con influencias de sus grandes maestros como el ya mencionado Lightnin’ Hopkins, pero también de Reverend Robert Wilkins, Fred McDowell, Mississippi John Hurt o Blind Willie McTell. En Birminghan, Paul fundó el Sutton Blues Collective, un club donde durante más de diez años se reunían músicos de blues acústico como Guy Davis, Doug MacLeod, Steve James, Del Ray, Mary Flower o Watermelon Slim entre muchos otros.

Actualmente Cowley vive en la Bretaña francesa, cerca de un río que, aunque no es el Mississippi, es una fuente de inspiración para seguir su camino presentando canciones campestres y bucólicas como las doce que se incluyen en este nuevo disco, siete de ellas composiciones propias y el resto versiones de artistas como Skip James, Smokey Robinson, John Hurt, Robert Petway y Robert Johnson.

Un disco para saborear después del trabajo, en un tranquilo atardecer contemplando una bella puesta de sol.