Aunque nacido en Canadá, el cantante, armonicista y guitarrista Nigel Mack reside en Chicago donde ha desarrollado una amplia y fructífera carrera que basa su éxito en fusionar el blues más tradicional de Chicago con un sonido muy efectivo, tremendamente práctico y actual que ha conseguido a lo largo del tiempo gracias a sus innumerables actuaciones. Es por ello que sus discos han conseguido siempre los primeros puestos en las listas de éxitos de blues alcanzando notables ventas y promoción en las emisoras de radio.

Este es su cuarto álbum que sigue los pasos de su anterior trabajo “Devil’s Secrets” que fue número uno en las listas de Canadá. A lo largo del mismo Nigel muestra con autoridad y sin fisuras una excelente técnica a la guitarra y también a la slide, además de soplar la armónica con la suficiente elocuencia y vitalidad para dejar al oyente totalmente satisfecho, incluyendo asimismo un desarrollo vocal completamente adecuado al estilo que interpreta.

El disco presenta doce canciones propias desarrolladas con honestidad y un excelente sonido y producción, donde su amor por el blues queda reflejado en cada una de estas doce composiciones. Nigel está acompañado por un nutrido número de músicos que representan las esencias del blues que hoy en día inunda los clubs de la ciudad del viento.