El primer contacto de Nick Wade con la música fue hace treinta y dos años, cuando recibió sus primeras lecciones de la mano de su abuelo Johnny Wade, un músico profesional de jazz que había tocado junto a Charlie Parker, Dizzy Gillespie o Freddie Slack entre otros. Al cumplir los veintidós, Nick decidió dedicarse profesionalmente a la música comenzando a tocar blues eléctrico de Chicago, pero no fue hasta que escuchó a Robert Johnson que decidió dedicarse por completo al country blues y a la música espiritual. Hombre de fuertes convicciones religiosas, Nick Wade se siente agradecido al buen Dios por haberle concedido un buen oído musical y un alma llena de ritmo.

Actualmente Nick se ha convertido en un habitual de la escena de muchos de los festivales tanto de blues como de folk, además de realizar regularmente conciertos online donde se reúnen algunos de los nombres más importantes del country blues.

Toda la sabiduría, el conocimiento, la técnica y el feeling de este artista se encuentran en este álbum que incluye doce canciones de su propia autoría y que comunican toda la esencia del blues campestre en la vieja tradición aprendida de maestros como Mississippi John Hurt, Reverend Gary Davis o Blind Blake entre otros, unos músicos que sin duda han sido referentes en la música de Nick Wade y de los que ha heredado su intensidad y su pasión a la hora de abordar el repertorio de este disco y de sus conciertos en directo.