Hijo de una leyenda del blues como fue Muddy Waters, Mud Morganfield nos presenta su nuevo álbum que se convierte en un compendio del blues que se escucha actualmente en la ‘ciudad del viento’, sin perder su originalidad ni tampoco el añejo sabor del blues de su padre Por si ello no fuera suficiente, Mud se ha rodeado de un puñado de excelentes músicos de Chicago conocedores todos ellos tanto del nuevo lenguaje como del inmortal blues de aquellos años gloriosos, como son Billy Flynn a la guitarra, Studebaker John a la armónica, el japònés Sumito Ariyo Ariyoshi al piano, EG McDaniel al bajo y Melvin Pookie Stix Carlisle a la batería, además de unos invitados muy especiales como son Billy Branch a la armónica, Mike Wheeler a la guitarra la hija de Morganfield, Lashunda Williams, a la voz en una canción a dúo con su padre y una sección de vientos en algunos cortes El disco contiene doce canciones, diez de ellas son composiciones del propio Mud y las otras dos Howling Wolf y Can’t Get No Grinding extraídas del repertorio de su padre Con este álbum que Mud ha querido dedicar a su padrino James Cotton y al malogrado pianista Barrelhouse Chuck quien fue uno de los inspiradores de este proyecto, queda demostrado que el blues de Chicago sigue su propio e imparable camino