A pesar de ser hijo del legendario Muddy Waters, Mud Morganfield ha desarrollado una personalidad propia y una intensa carrera. Por supuesto las comparaciones con su progenitor suelen ser muy frecuentes, porque Mud siempre rinde homenaje a esa gran figura que fue su padre, recreando el mismo sonido y las mismas inflexiones y tono vocal.

Mud creció musicalmente en la época en que el soul, el rhythm and blues y el sonido Motown dominaban el mundo. En esa época nuestro hombre estuvo tocando el bajo en diversas formaciones que interpretaban los hits de aquella época, desarrollando un estilo propio.

La compañía Delmark Records publica este álbum (el primero de Mud para esta compañía) en el que se recogen doce canciones ya publicadas con anterioridad más dos que no habían visto la luz hasta ahora. Todas ellas han sido especialmente remasterizadas y muestran todo el poderío, la fuerza y la intensidad que Morganfield sabe imprimir a cada una de ellas. Por si ello fuera poco, el álbum cuenta con una pléyade de excelentes músicos entre los que destacan Rick Kreher, Billy Flynn, Mike Wheeler, E.G. McDaniel, Kenny Smith, Barrelhouse Chuck, Luca Chiellini, Bob Corritore o Harmonica Hinds.

Un impresionante disco a cargo de un hombre que, a pesar de ser hijo de quien es, ha sabido labrarse una identidad y un estilo propios, impregnados de soul y blues de Chicago.