Liderados por la cantante Gina Coleman, los Misty Blues celebran sus veintiún años de carrera y carretera con este su décimo disco en el que ofrecen una colección de canciones que son un reflejo de lo que suele ser su repertorio en directo, donde combinan con energía blues, funk, jazz, soul y gospel contemporáneo. En 2019 el grupo quedó finalista en el International Blues Challenge y también han actuado como teloneros de artistas como John Primer, Tab Benoit, Albert Cummings o Michael Powers. La voz de Gina Coleman ha sido a menudo definida como una simbiosis entre la de Ma Rainey, la de Tracy Chapman e incluso la de Howlin’ Wolf, sobre todo por la profundidad y la tonalidad de bajo que poseen sus cuerdas vocales. Once canciones, la mayoría de ellas compuestas por la propia Gina, constituyen el núcleo principal de este álbum en el que Gina Coleman se erige como líder absoluta del mismo, no sólo con su distintiva voz sino también tocando la guitarra cigar box, bien respaldada por Seth Fleischmann a la guitarra, Bill Patriquin al bajo, trompeta y voces, Rob Tatten a la batería, trombón y voces, Benny Kohn a los teclados y voces y Aaron Dean al saxo, además de unos invitados que contribuyen a dar vistosidad y eclecticismo a un trabajo ya de por sí muy interesante.