Durante casi sesenta años el cantante Mighty Sam McClain deleitó y emocionó a las audiencias con su impresionante voz que le permitía abarcar géneros como el rhythm and blues, el blues o el soul, estilo este último del cual era un consumado maestro, pues sabía abordar con maestría y conocimiento este estilo como pocos lo han hecho desde que dio comienzo este nuevo milenio Este primer disco que comentamos incluye once canciones y se convierte en una de esas pequeñas joyas que de tanto en tanto aparecen en el mercado para ser apreciadas por los buenos amantes del género, ya que todas ellas están interpretadas en formato acústico, es decir con una sola guitarra y en algún tema escuchamos también un saxo y una flauta Todo ello nos permite saborear al milímetro su excelente voz, sus matices, su técnica, sus registros, su textura… en definitiva captar en toda su magnitud sus ricas y variadas facultades vocales El segundo trabajo nos muestra de nuevo la faceta más conocida de este cantante, respaldado por una formación de músicos de estudio que imprimen fuerza y enjundia a una selección de canciones compuestas en su totalidad por el propio Sam Mcclain y que muestran su vena mas soulera con claridad y enorme precisión La producción, los arreglos de metales y el resto de la instrumentación suenan actuales, elegantes y variadas, con muchas influencias ‘dance’, pero en absoluto abigarrado o rutinario, sino todo lo contrario, divertido, alegre y muy contagioso En definitiva, dos álbumes muy diferentes entre si pero con un denominador común que es la magia que encierra la música de ambas grabaciones que nos permiten apreciar en todo su esplendor el arte musical de este músico que fue Mighty Sam McClain