Hungría no es uno de los países donde pueda decirse que el blues abunde y que suela contar con exponentes brillantes y capaces, como es el caso del cantante y armonicista que ahora nos ocupa Mátyás Pribojszki posee frescura, originalidad y una capacidad de asimilación del jazz y el blues como pocos pueden presumir Dotado de gran técnica y virtuosismo, nuestro hombre desgrana en este álbum once canciones con muy buen gusto y unos arreglos perfectamente definidos, construidos sobre una base de batería, contrabajo y teclados, donde la armónica de Mátyás conduce la sesión de forma amena e inspirada con un resultado más que satisfactorio Puedo afirmar que este disco esta especialmente recomendado para quienes gusten de estilos de armonicistas como Jean-Jacques Milteau, Billy Gibson o Carlos Del Junco