Mary Jo Curry siempre había pensado dedicarse al teatro De hecho estudió artes escénicas, canto y dicción, empezando desde muy joven a trabajar en una compañía teatral donde pronto se convirtió en una de las primeras actrices de plantilla Su vida estaba dedicada de lleno al teatro hasta que cinco años atrás descubrió que los blues poseían una fuerza motriz que la arrastraba de forma inexorable a cantarlos e interpretarlos Entró en la Central Illinois Blues Band y pronto se convirtió en la cantante principal Ahora nos presenta su primer disco grabado bajo su propio nombre y producido por el guitarrista James Armstrong, quien comparte el trabajo a la guitarra con Michael Rapier, Darryl Wright y Lawrence Baulden están al bajo, Andreu Blaze Thomas a la batería, Brett Donovan a los teclados y una compacta sección de vientos con Dick Garretson trompeta, Mike Gillette saxo tenor y Larry Niehaus trombón, cuyos formidables arreglos ayudan a completar un trabajo ya de por si excelente La voz de Mary Jo brilla con luz propia, desprendiendo una fuerza y un feeling imponentes La mayor parte de las canciones se las reparten entre Curry y su marido el guitarrista Michael Rapier, aunque también hay otros covers entre los que, a mi modo de ver, sobresalen Little By Little y Voodoo Woman ésta última de Koko Taylor El álbum muestra todo el potencial de esta nueva voz que está llamada a convertirse en una de las vocalistas punteras de la nueva generación del blues