Desde Francia nos llega un músico, compositor, cantante y guitarrista que lleva ya años dedicándose al negocio de la música actuando con regularidad por los cafés, clubs y locales franceses, cosechando siempre una buena acogida entre sus seguidores, ¿Su nombre? Marc Loy.

Este músico sabe bien como adornar sus conciertos gracias a su cálida e introspectiva voz y a sus letras sugerentes y hermosas aunque, en ocasiones, de una triste magnitud capaz de emocionar al oyente, además de un registro vocal sensual e intimista. Marc Loy se mueve entre el neo-folk, algo de funk y un indie-rock con influencias bluesy muy particular.

Para este disco lleno de matices, cálido y con cuidados detalles sonoros en las once canciones que se incluyen, se ha rodeado de buenos músicos como son Niko Sarran a la batería, Pierre Cordier al bajo, Gille Fégeant al dobro y slide, Gilles Erhart a los teclados, Philippe Anieaux a la trompeta, trombón y arreglos de metal, Robin Capoano al trombón y Cora Line a las voces, más una serie de invitados. Por supuesto dirigiendo todo el aparato sonoro Marc Loy quien canta, toca la guitarra y compone todas las piezas que se interpretan en el álbum.