El este de Europa posee una gran cantera de músicos tanto de blues como de roots music. Sin duda uno de sus máximos exponentes es el cantante, guitarrista y compositor Little G Weevil. Nacido en Budapest (Hungría), formó su primer grupo en 1996 con el que realizó algunas giras por Europa. En 2004 viajó a Estados Unidos para estudiar de primera mano y sumergirse en el blues de Atlanta, St. Louis y Memphis, trabajando como friegaplatos en un club de Beale Street en Memphis. En 2013 ganó el International Blues Challenge en la categoría ‘solo/duo’. Desde ese momento su reputación no ha dejado de crecer y hoy en día se codea con artistas de renombre como Neville Brothers, Terry Evans, Anson Funderburgh, Lurrie Bell, Matt Schofield o Ian Siegal entre otros.

Este nuevo trabajo que ahora Little G Weevil presenta, recoge diez canciones propias que se enmarcan en estilos tales como el blues, el swing, el jazz o el ragtime. Su pasión por la autenticidad se hace evidente, no solo en sus composiciones, sino también en las letras de las mismas que nos cuentan temas siempre recurrentes en el panorama del blues.

Para conseguir ese sonido tan genuino que Weevil siempre busca en sus discos, en esta ocasión se ha rodeado de un puñado de músicos que comprenden y captan la esencia de lo que Little G. Weevil desea. Son K.C. Brown a la armónica y voces, Mr. Jambalaya al piano y voces, Csaba Pengó al contrabajo y voces y Tom Kiss a la batería.

Sin duda Little G Weevil es un artista particular que deja su impronta en el panorama del blues tradicional que se interpreta en pleno siglo XXI.