Estamos de enhorabuena de poder escuchar un nuevo disco del legendario guitarrista Kid Ramos (James Harman, The Fabulous Thunderbirds, The Mannish Boys…), que no había pisado los estudios de grabación desde hace cinco años y, además, en un registro diferente al que conocíamos de él, como es el góspel blues.

La idea surgió cuando recibió una llamada de su buen amigo James Rasmussen, un anciano pastor, quien le comentó que durante años se había dedicado a contribuir económicamente con organizaciones benéficas del otro lado del océano, pero que se sentía decepcionado porque no sabía dónde iba a parar su dinero, por lo que había decidido emplearlo en ayudar a los músicos que tocaban y mantenían vivo el góspel. James le propuso grabar un disco de estas características y Kid aceptó inmediatamente.

Kid buscó los mejores músicos para llevar a cabo este proyecto, contando con su buen amigo Brian Templeton a la voz, su hijo Johnny Ramos también a la voz, Dave Limina al piano y órgano, Jesse Cuevas al acordeón Takazo y Kaizo Hall a las trompetas, Mike Turturro al bajo, Stephen Hodges a la batería y, por supuesto, él mismo a la guitarra y voz en un tema.

El resultado es un fantástico disco donde se combinan de forma perfecta el feeling del blues y el del góspel, en doce canciones que incluyen algunas versiones de temas popularizados por Sister Rosetta Tharpe, Mahalia Jackson, The Soul Stirrers o Bob Dylan junto a composiciones del propio Brian Templeton.

A menudo se piensa que el góspel es la musica de los afroamericanos para rezar y hablar con Dios y que el blues es la musica del diablo y de la mala vida. Sin embargo, Kid Ramos y sus músicos han sabido dotar con clarividencia y buen gusto al góspel de ese aire del West Coast Blues que convierte este disco en una auténtica joya para los amantes de la musica negra en sus más genuinas y variadas vertientes.