Los discos del cantante, guitarrista y armónica, hijo del ilustre armonicista y cantante de Louisiana Raful Neal, son siempre bienvenidos Normalmente las aportaciones discográficas al blues que Kenny trae consigo, no dejan nunca indiferentes a sus fans, ya que suelen tener calidad suficiente como para proporcionar un buen sabor de boca, tal como sucede en este caso El nuevo trabajo de Raful es superior al anterior, lo supera en calidad musical y originalidad La energía que se desprende desde las primeras notas del cd, es suficiente como para darse cuenta que en este disco Kenny Neal se ha esmerado en cuidar mucho más todo el producto Un buen disco en la línea habitual a la que nos tiene acostumbrados a los que ya conocemos a este bluesman