Aparte de ser una mujer bien parecida y atractiva, Kellie Rucker posee asimismo una enorme e innata sensualidad Musicalmente hablando, desprende también un poderoso magnetismo que te atrapa y del que difícilmente se puede salir, con buenas y grandes dosis de funk, rock y blues Sus aptitudes, tanto vocales como tocando la armónica, son de una inmensa riqueza sonora Con la armónica Kellie posee lo que denominamos un ‘sweet-big-fat-tone’ y como cantante y compositora es lúcida, convincente y de un poderío absoluto El disco que comentamos es francamente bueno y singular, deparando momentos de gran emoción, donde todos los músicos que intervienen se muestran inspirados y creíbles, y se hace patente que se involucran en este proyecto con honestidad y satisfacción Diez canciones intensas, de aquellas que rebosan vitalidad, fuerza y energía a raudales