A veces nos llegan pequeñas curiosidades como este disco de Joyce Tape, una cantante y bajista africana, además de excelente fotógrafa, proveniente de Costa de Marfil. Después de darse a conocer en Francia como fotógrafa realizando diversas exposiciones, Joyce decidió volver a la música.

En 2012 y a raíz de un encuentro con el músico de blues Boubacar Traoré, originario de Mali, Tape empezó a interesarse por el blues. Ambos músicos han colaborado en diversos proyectos musicales tanto en Francia como en diversos países africanos. Hoy en día Joyce Tape se ha hecho un nombre, actuado en un buen número de festivales franceses como el de Cognac.

Este disco presenta trece canciones donde el principal elemento es la música africana pero realizada con un enfoque totalmente moderno para de este modo llegar a un amplio sector de público. Con una cuidada instrumentación que mezcla instrumentos tradicionales africanos con guitarras eléctricas, bajo, batería o armónica, el resultado es un disco diferente, original, bien realizado y de fácil escucha para el no iniciado en estos estilos musicales. Destacar también la profunda y bien timbrada voz de Joyce Tape siempre muy adecuada al repertorio que da forma a este disco.