Janiva Magness nos sorprende gratamente con unos contrastes vocales llenos de matices y unas texturas llenas de color en este nuevo álbum que acaba de lanzar al mercado después de tres años de silencio y sequía discográfica, y lo hace de la mano de la compañía Fathead Records que ha confiado en su sabiduría y conocimiento musical.

Janiva confiesa que estos años de pandemia la habían dejado completamente desmotivada y a punto del retiro. Después de pasar todo este largo tiempo encerrada en su casa se planteaba si valía la pena reemprender su carrera artística. Afortunadamente comentó su estado de ánimo con su amigo y productor Dave Darling quien le transmitió la energía suficiente para que se replanteara su postura y volviera a los escenarios que es el lugar que merecidamente le corresponde.

Este trabajo refleja sus nuevas inquietudes que afortunadamente y en la actualidad son muchas. En todas ellas nos habla del dolor, el humor, la esperanza, la redención o la alegría. En todo momento Janiva sabe cómo transmitirlo con la naturalidad y la frescura de la que siempre hace gala. Doce canciones en las que se ha rodeado de un nutrido grupo de diferentes músicos y junto a la magnífica producción de Dave Darling que ha hecho un trabajo magnífico, dan como resultado un disco vibrante, lleno de profundidad, densidad, matices y buenos momentos en los que el blues, la música americana y el rock brillan a gran altura interpretados con respeto y lucidez por esta gran cantante llamada Janiva Magness.