Nacido en Australia y actualmente residente en New Orleans, Ivor Simpson-Kennedy nos presenta su primer trabajo realizado después de la pandemia. Durante los meses de confinamiento, Ivor ha compuesto un puñado de buenas canciones, frescas y emotivas, en las que se muestran los diferentes colores y facetas del blues campestre, del back-porch blues y de otros estilos en los que Ivor se siente cómodo.

Quince de esas canciones compuestas durante el confinamiento han sido seleccionadas por Ivor para dar forma a este álbum. En todas ellas se pueden apreciar sus diversas influencias que van desde los ritmos caribeños al rhythm and blues, desde la roots music al Southern soul o el blues pantanoso de la Louisiana hasta desembocar en los ritmos de New Orleans.

En este disco Ivor S.K. interpreta todos los instrumentos, tanto en formato acústico como eléctrico, además de cantar con una voz profunda y áspera que, en algunos momentos, podría llegar a recordarnos a Tom Waits. Las letras de sus canciones destilan un gran sentido del humor y una profundidad remarcables, sin dejar por ello de poseer una gran frescura y originalidad que hacen que Ivor conecte fácilmente con el oyente.

Este es un disco para escuchar relajadamente y descubrir la propuesta musical de un artista que, desgraciadamente, es prácticamente desconocido para el público europeo.