A los trece años, el cantante y guitarrista Hughes Taylor practicaba horas y horas escuchando a sus guitarristas favoritos en su habitación. Al cumplir los catorce ya componía sus propias canciones grabando algunas demos en el sótano de su casa, además de ensayar su puesta en escena por si en el futuro podía tocar en directo. Antes de obtener su carnet de conducir ya actuaba profesionalmente y con el dinero que ganaba lo invertía en pagarse sus estudios y sobrevivir.

En 2016 grabó su primer disco al que siguió su segundo en 2018, graduándose en la Universidad de North Georgia, después de casarse con el amor de su vida y continuar actuando en directo con su banda.

Hughes Taylor se ha dado prisa en lograr lo que se había propuesto y puede decirse que, a pesar de su juventud, es un artista que ha madurado rápidamente y que sabe muy bien cuáles son sus metas en un próximo futuro.

Este es su sexto álbum con once canciones donde se aprecia que, partiendo de una sólida base de blues, Hughes da un paso más y se adentra por otros caminos más rockeros, gracias a unos grasientos riffs de guitarra y una voz muy peculiar acorde con el repertorio que interpreta, bien secundado por Zach Wilson a los teclados, Ben Alford al bajo y Nich Gannon a la batería, con la colaboración de Emily Lyon y Evie Somogyi a los coros en algunos temas.

Si te gustan vocalistas como Jonny Lang o Marcus King y guitarristas como Stevie Ray Vaughan, David Gilmour o Steve Gaines, seguro que Hughes Taylor se hará con un sitio en tu corazón.