Jim Finn, Keith Todd y Bootsie Booth son tres músicos australianos bien conocidos entre el público de la zona de Sydney. Los tres eran asiduos de las jams que regularmente se celebran en el pub Merlon Estate de Sydney y pronto surgió entre ellos una amistad cimentada en sus mismos gustos musicales. Con el paso del tiempo decidieron grabar un disco que recogiera muchas de las canciones que solían tocar en aquellas jams, lo que ha dado como resultado este álbum con catorce temas propios de Jim Finn, Keith Todd y Richelle Booth, que son una mezcla de rock and roll tradicional, rhythm & blues y algo de rockabilly. El trío resuelve muy notablemente el repertorio aquí incluido con buenas composiciones y unas armonías vocales bien ensambladas, junto a unos arreglos y producción efectivos y solventes.

Como su título indica el álbum quiere reflejar la alegría de haber roto las cadenas de la pandemia y el confinamiento, para volver de nuevo a dedicarse a lo que más les gusta, que es subir a un escenario e interpretar la música que sienten y aman profundamente.

La banda lleva el nombre de FTB que son las iniciales de Jim Finn que está a la batería, teclados y voz, Keith Todd que se encuentra a las guitarras, teclados y voces y Richelle (Bootsie) Booth a los saxos, piano y bajo. Junto a ellos colabora también Simon Shaw a las guitarras.

En definitiva, un interesante álbum que nos permite descubrir y apreciar la singularidad de los músicos de un lugar tan lejano para nosotros como es Australia.