01 Abr Entrevista a BILL “WILDCAT” O’HALLORAN
ENTREVISTA A BILL “WILDCAT” O’HALLORAN POR MONTE ADKISON, “THE BLUES STALKER”
NOTA BIOGRÁFICA SOBRE MONTE ADKISON
Monte Adkison, conocida como “The Blues Stalker”, es una enamorada del blues desde que era una adolescente. Como muchos otros jóvenes que crecieron en el sur de los Estados Unidos a principios de los sesenta, fue una asidua oyente del prestigioso disc jockey “John R” en la WLAC radio de Nashville, Tennessee, quien diariamente dirigía y presentaba, a partir de medianoche, un popular show dedicado al blues.
Siendo profesora de ciencias sociales en un instituto de enseñanza secundaria de Florida, Monte consiguió en 1995 una beca del Consejo de Humanidades para realizar diferentes estudios sobre el blues en la Universidad de Tampa, donde tuvo la oportunidad de conocer al hoy ya fallecido Rock Bottom, gran estudioso de la armónica que vivía en el área de la bahía de Tampa, y a la también fallecida “Diamond Teeth” Mary McClain. Sorprendida por el hecho de que en ninguna publicación estadounidense se hubiese mencionado nada sobre “Diamond Teeth” Mary y, sin embargo, sí se hubieran publicado informaciones sobre Mary en revistas europeas, Monte decidió que eso no volvería a ocurrir.
Durante un peregrinaje veraniego al Delta para estudiar en la Universidad de Mississippi en Oxford, Monte dedicó parte de su tiempo a la búsqueda de información sobre Mary en los Archivos de Blues de la Universidad. Allí conoció a David Nelson que, en aquella época, era uno de los editores de la revista Living Blues, que por entonces se publicaba en el campus de Ole Miss. Al preguntarle sobre Mary, David le comentó que la había visto tocar en la ceremonia de los Premios W.C. Handy celebrada en Memphis en el 92. Monte le comentó que si como el nombre de la revista indicaba, le interesaría publicar un artículo sobre el concierto de Mary con motivo de su 95 cumpleaños. La respuesta fue afirmativa y el artículo se publicó en Living Blues, así como también otro artículo que apareció en el número 97 de la revista sobre el programa “Blues en la Escuela” que Monte llevaba a cabo.
Monte empezó también a colaborar regularmente en la revista editada por la Suncoast Blues Society, “Twelve Bar Rag”, con el seudónimo de “Blues Stalker” y sigue colaborando con esta revista, realizando artículos sobre excelentes bluesmen que desgraciadamente no han gozado de la popularidad que por su calidad merecían por parte del público aficionado y los medios especializados. También se dedica a cubrir otros aspectos relacionados con el blues. Una muestra de algunas de sus fotografías puede verse en la web de la Suncoast Blues Society, junto a las fotos que anualmente realiza durante el famoso Tampa Bay Blues Festival.
Su compromiso por mantener el blues vivo se evidencia en todos sus artículos, fotografías y, como no, en la escuela de Ocala, Florida donde, mientras estuvo dando clase, todas las paredes estaban materialmente cubiertas con instantáneas, fotos y posters firmados por muchos de los músicos de blues que ha conocido. Tal como ella dice: “Es la forma más respetuosa que tengo de sentir como mío todo este patrimonio musical -cuando te sientes deprimida y cansada de dar clase, miras a las paredes y ves a Kenny Neal, Eddie Kirkland o Sista Monica- quizás algún día tu también podrás verlos en directo y te sentirás también atrapado por su música tal como me ha sucedido a mi. Esta es también otra humilde manera de mantener vivo el blues”. Monte posee también su propia web personal que podéis visitar.
Es para mi una enorme satisfacción y orgullo poder contar en el staff de “La Hora del Blues” desde Estados Unidos, con la inestimable ayuda y colaboración de esta gran estudiosa y enamorada del blues, conocida como “The Blues Stalker”. Estoy seguro que disfrutareis con sus jugosas y suculentas entrevistas y fotografías. Sólo deseo que nos visitéis con regularidad.
Bienvenida a bordo, Monte…
Vicente Zúmel
“De Vuelta”
por Blues Stalker
El cantante, compositor y guitarrista Bill “Wildcat” O’Halloran lleva más de medio siglo tocando y estudiando blues. Durante los últimos treinta años se ha dedicado a deleitar al público del oeste de Massachusetts y recientemente junto a su banda ha publicado su álbum número 16 “You Can’t Fall Off The Floor”. Este nuevo trabajo incluye temas originales e interesantes versiones, y en estos momentos se encuentra en el número 4 de las listas de blues rock de RMR Blues.
La banda de “Wildcat” ha acompañado a artistas como los fallecidos Bo Diddley y James Cotton y han sido teloneros de Gregg Allman, John Lee Hooker, John Mayall y, más recientemente, de Duke Robillard. Su música se ha difundido por más de 200 emisoras de radio en todo el mundo. “Wildcat” también dirige una jam de blues todos los domingos en Northampton. A medida que todo empiece a abrirse de nuevo para que la música en vivo pueda volver a prosperar después del parón de la pandemia, os recomiendo que busquéis a esta energética banda de blues perfecta para que la gente vuelva a las pistas de baile.
Blues Stalker: Para los nuevos seguidores vuestros como yo, ¿puedes definir tu evolución como artista desde tu primer concierto en la escuela secundaria hace cincuenta años y decirnos qué te atrajo de esta música?
Wildcat O’Halloran: Como mucha gente de mi edad, me di cuenta de que todas mis canciones favoritas de “la invasión británica” en realidad eran blues. Investigando esa música que me conmovió como ninguna otra, descubrí que aquellos artistas originales todavía realizaban giras, y a menudo necesitaban bandas locales. Trabajar con artistas como James Cotton, John Lee Hooker y Greg Allman hizo que aquella música pasara del nivel teórico al del laboratorio, por decirlo de alguna manera. Y cuando el batería de Cotton Kenny Johnson se trasladó al oeste de Massachusets, pude adentrarme todavía más en esta forma de arte, mientras tocaba junto a uno de los grandes de todos los tiempos.
B.S.: Tu anterior trabajo “Deck of Cards” de marzo de 2020 recibió excelentes críticas, pero desgraciadamente se publicó justo antes del confinamiento por el Covid, algo que nadie podría prever. También pienso que hubo otras circunstancias poco corrientes que rodearon a este disco. ¿Quieres compartirlas con nosotros?
W.OH.: Bueno, para empezar, ¡la fiesta de presentación del álbum estaba programada el mismo día en que Massachusetts decidió cerrar todos los espectáculos! Kathy Peterson, que era el bajista del álbum, tuvo que incorporarse a su trabajo anterior como médico de urgencias a causa de la pandemia y, para el nuevo disco, tuvo que ser reemplazado por Dave Kendarian. Hablando de emergencias, el bateria Mark Chouinard sufrió un ataque al corazón que casi acaba con su vida durante los ensayos para el disco “Deck of Cards”. Durante semanas estuvo inconsciente en el hospital, justo cuando estaban programadas las sesiones de estudio… Afortunadamente pudimos reemplazarlo por su viejo amigo Gil May, pues cambiar las fechas no era una opción viable porque inmediatamente después de las sesiones que estaban programadas, la saxofonista Emily Duff había aceptado unos bolos en un crucero y regresaba justo para nuestra gira de verano. Nada sucedió como estaba planeado. Además, el barco que estaba navegando por Asia, ¡se quedó sin pasajeros y no pudo fondear! Durante 62 días, el “Ocean Princess” y sus tripulación navegó sin rumbo por el Pacífico, y finalmente dejaron atrás a los piratas del Canal de Suez (de ahí su nuevo mote de “Reina Pirata”) volando a casa desde Gibraltar. ¡Una gira cancelada! ¡Un líder con menos recursos se hubiera preocupado! Pero este “colega” se las arregló para hacer algunos conciertos al aire libre y empezó a hacer el seguimiento del álbum, pues estaba al tanto del creciente apoyo que la banda estaba recibiendo en la radio.
B.S.: Tu música ha sido descrita como “divertida”, “entretenida”, “que nunca aburre”, “con sentido del humor” y “una banda de fiesta”. Esos adjetivos no se asocian normalmente a un grupo de blues. Define tu sonido y tu aproximación al blues moderno.
W.OH.: Bajo mi humilde opinión… Después de escuchar la enorme energía que siempre transmiten las llamativas bandas de metal y el lenguaje “in-your-face” que utilizan los chicos del rap, no se puede permitir que la música blues sea una mansa pieza de museo… ¡no, si queremos que la música sea tan emocionante para el público del 2021 como lo fue para nosotros cuando la escuchamos por primera vez! Mientras enfatizamos una comprensión profunda y exhaustiva de los auténticos creadores de blues, hemos tratado siempre de mantener el contenido energético bien alto y los elementos formales bajos. La gente que conoce el blues en profundidad no tiene problemas para entender esto, como tampoco lo tienen las audiencias, sean buenas conocedoras de la tradición o no. De vez en cuando, una persona del tipo “sociedad de blues” que se considera a sí misma como un “conservador de museo” ha tenido un problema con nosotros… aquí en Nueva Inglaterra, lejos del Delta, a veces tenemos que trabajar tan duro para demostrar nuestra “autenticidad” que ahogamos la originalidad. Dado que nuestra audiencia aquí en el oeste de Massachussetts es tan variada, nuestra táctica es ignorar esa tendencia… y tocar blues bailable, con toda la diversión musical (y actual) en la que podamos encajar.
B.S.: Sin duda la actual pandemia ha cambiado el paradigma de nuestro enfoque sobre la música en directo, así como la forma de presentarla ¿Cómo te ha afectado personalmente? ¿Piensas que la industria y los músicos podrán recuperarse? Hemos perdido tantos locales…
W.OH.: Todos hemos perdido conciertos… todos hemos visto nuestros locales favoritos cerrados… pero es posible que se pueda utilizar todo esto como una forma de renovar la industria… para “reconstruir mejor”, como diría Joe Biden. Los locales reabrirán, aunque con nuevos empresarios, posiblemente más jóvenes, a la cabeza. ¿Traerá esta sangre nueva algunas ideas frescas? Sólo queda esperar que sea así. Volver directamente a lo “lo mismo tan antiguo, lo mismo tan viejo” podría ser lo peor para el blues en el panorama general de la música.
B.S.: Me interesaría escuchar qué piensas sobre el streaming y cómo se escuchará la música en el futuro. Sé que ahora muchos publicistas están enviando únicamente archivos digitales a los directores de programas de radio, ya que el costo del franqueo se ha disparado y las ventas de CDs han bajado mucho. Soy de la vieja escuela y me encanta el diseño de los CDs y también soy adicta a los textos de las carátulas y los títulos de crédito. Las ventas directas de los CDs en los conciertos ayudan a muchos músicos de gira para pagar como mínimo la gasolina.
W.OH.: Ahora es más fácil que nunca grabar música de alta calidad. Es más fácil que nunca enviar música a todo el mundo. También es mucho más fácil ignorar un email, especialmente cuando ¡¡recibes un aluvión de todas partes!! Y cada vez es más difícil que te paguen por algo… en parte debido a la creciente competencia (actualmente estamos en varias listas donde nuestro álbum está “por delante” de Led Zeppelin One, pero detrás de “Are You Experienced”… y, en el blues, los “nuevos” álbumes de artistas fallecidos son algo normal), en parte porque ¡¡es muy fácil conseguir que la gente haga clic en una tecla de ordenador, pero es difícil conseguir que abran su cartera!! Somos afortunados de que nuestro público todavía compre cds, y actualmente nos sentimos felices de volver a tener música en directo y que la gente acuda al tenderete de nuestro material como si fuera una propina!
B.S.: Tu música original a menudo es como un comentario oportuno en una sociedad como “Facebook U”. Apuesto a que tienes un malvado sentido del humor. ¿Qué importancia tiene el hecho de “entretener” en una actuación en directo?
W.OH.: Un rockero buen amigo nuestro nos dijo después de tocar con nosotros un par de veces haciendo una sustitución: “¡una banda de blues no puede tocar en algunos de esos sitios en los que tocaís! ¡ahora entiendo porque trabajas tan duro para ser un artista!”. Aquí el público es una mezcla de aficionados ya mayores que son fanáticos del blues en mayor o menor grado, que se mezclan con estudiantes universitarios que salen de fiesta durante el fin de semana. Podemos llegar a ambos tipos de personas, pero no ofreciéndoles canciones antiguas y medios tempos toda la noche hasta que se duerman. Cuando llegamos a un club solo de blues, la gente se sorprende de nuestra energía… pero ¡hay que hacer esas cosas en nuestra zona! Además, contar historias divertidas, o dejar que toquen tu guitarra, hace que el público que no está familiarizado contigo, responda y te vean como una persona cercana… ¡podrían escuchar música de una jukebox!
B.S.: Tanto tú como yo compartimos los mismos objetivos. En mi carrera como docente, mi objetivo era que la generación más joven apreciara esta música estadounidense que es única. Tú has dicho: “Quiero volver a llevar el blues a la gente universitaria y a los más jóvenes para conseguir que el género no muera”. ¿Crees que lo estamos logrando?
W.OH.: Un rockero buen amigo nuestro nos dijo después de tocar con nosotros un par de veces haciendo una sustitución: “¡una “banda de blues” no puede tocar en algunos de los sitios en los que tocáis! ¡ya no quedan sitios donde se toque blues donde os apoyen! ¡ahora entiendo porque trabajas tan duro para convertirte en un artista porque una “banda de blues” no puede tocar donde tú tocas! En cuanto a la salud del blues en general, creo que es una batalla continua, una lucha llena de altibajos… tres acordes son fáciles de tocar pero difíciles de tocar bien… y ¡el blues malo es nuestro enemigo! Afortunadamente, hay mucha gente produciendo música fresca y vibrante.
B.S.: ¿Crees que podemos convencer a los artistas de blues más jóvenes de que no tienen que intentar ser Stevie Ray Vaughan, solo utilizar su talento personal para ser ellos mismos? Da la impresión que se está desperdiciando mucho talento en tratar de clonar a alguien que ya ha existido y que seguro que lo hizo mejor.
W.OH.: Copiar algo que ha tenido éxito es algo natural en el ser humano, aunque en realidad vaya en contra de lo que debería ser creatividad. Y en cuanto a Stevie en particular, mi opinión personal es que era brillante y muy hábil, profundamente arraigado en lo real, pero, desgraciadamente, no tuvo el “éxito” que se podría haber imaginado en lo que se refiere a conducir a la gente hacia otros artistas de blues. Si hubiera vivido más tiempo, podría haber abordado este tema de forma más específica (la publicación póstuma de sus duetos con Albert King fue para mí algo muy bonito). Cuando escucho algo con una habilidad similar pero con una décima parte de su profundidad emocional… ¡cambio de canal tan deprisa como lo harían los puristas más recalcitrantes!
B.S.: Como veterano músico de blues de 50 años, ¿alguna opinión sobre lo bueno, lo feo y lo malo?
W.OH.: Tengo una canción llamada “Living by My Wits… and Slowly Starving to Death” que me parece apropiada… cuando recibo la liquidación de Spotify con la larga lista de céntimos de centavo, se me hace difícil no llamarlos “los feos”… pero nadie me obligó a ser músico (como me recordó Bruce Iglauer cuando le envié esa canción). El público es una delicia. Para mí lo mejor de todo es cuando puedo traspasar todo cuanto he atesorado durante mi vida en el blues a una instrumentista más joven que yo, como Emily Duff para ver hasta dónde la lleva!
B.S.: Muy importante, ¿donde se puede conseguir tu último trabajo? Dinos también tu web y tu información en las redes sociales.
W.OH.: CDBaby ha vuelto a producir cds físicos, así como descargas digitales (hay que buscar en “Wildcat O’Halloran Band”… debido a una equivocación, si escribes “The Wildcat O’Halloran Band”, podrás encontrar todos los álbumes EXCEPTO el último)… también puedes intentarlo a través de mi web: www.wildcatohalloran.com
B.S.: Mucha suerte y si pasas por Florida, ¡estaré al acecho!