La vida de David Deacon se ha movido siempre entre el arte, la música y el deporte. Abandonó la universidad para trasladarse a vivir a Paris para estudiar arte. De vuelta a Canadá empezó a dedicarse profesionalmente a pintar y dibujar, alternado su pasión por el arte con los más variopintos trabajos. Antes de dedicarse a la música David fue un reputado piloto de coches y motos, participando en diversas carreras y representando dos veces al equipo canadiense en las 24 horas de Le Mans.

Después de retirarse del mundo del motor, David Deacon inició una fructífera carrera musical que le ha llevado a convertirse en un cantante y compositor de blues y roots music dotado de un carácter muy especial. Su voz grave, profunda y envolvente se convierte en el instrumento que nos permite descubrir la personalidad de un hombre que ha vivido infinidad de situaciones y experiencias en su vida.

Este último trabajo presenta diez canciones que se encuadran en el campo de las baladas folk y la old school music en las que David muestra también sus buenas cualidades como ‘story-teller’. Sus canciones presentan variadas influencias que en algunos casos nos traen a la memoria músicos como Tom Waits o Leonard Cohen, pero también a Dire Straits, Bob Dylan e incluso Van Morrison. Todo ello es garantía de un trabajo bien hecho.