Durante la última década Dave Keller se ha convertido en un prestigioso cantante de soul, además de un más que notable guitarrista y compositor. Keller ha sido nominado en tres ocasiones a los Blues Music Awards en la categoría ‘Mejor Album de Soul’.

Para este nuevo trabajo Keller tenía la idea de dar protagonismo a su banda, dejando que se expresaran libremente y recogiendo toda su energía.  Conseguir esto era difícil en un estudio convencional donde las horas de grabación estaban contadas, por lo que Keller decidió realizarlo en una cabaña cerca de la frontera canadiense propiedad de Huck Bennert, antiguo ingeniero de sonido de Ronnie Earl. Huck los fue a buscar en su viejo coche Subaru y al llegar a la cabaña se encontraron con un montón de material puesto por Huck para que la grabación fuera perfecta. Durante una semana la banda disfrutó de la naturaleza, buena comida, diversión y un trabajo de grabación totalmente fluido y relajado.

Doce temas propios dan forma a este álbum en el que Keller y su banda consideran que, después de la pandemia, ha llegado el momento de volver a brillar y sorprender al oyente con un repertorio energético, poderoso, a medio camino entre el rock y el blues.

Dave Keller está a la voz y guitarra, Ira Friedman se encuentra a los teclados, Alex Bedney al bajo y Jay Gleason a la batería, contando con algunos invitados como Annika Chambers a las voces, Tom Palance a la trompeta y Mark Earley al saxo tenor y barítono.