El cantante y guitarrista canadiense Danny Brooks, vuelve de nuevo con fuerza para sorprendernos con un disco intenso y apasionado en el que ha puesto toda su magia, comunicando con gran convencimiento, un discurso sobrio, directo y sincero. Este último trabajo sigue la línea marcada por el anterior, es decir, música ‘americana’ con raíces, con especial énfasis en el blues y el gospel que son los estilos que manan a raudales. Danny se supera a si mismo en trece canciones de fina elegancia que no dejareis de poner en vuestro equipo una y otra vez, porque cuando nos encontramos con un músico de semejante calibre, uno no puede por menos que dar gracias al Señor por la sabiduría que emana de este artista. Lord Have mercy!!