30 Sep Crónica Festival Blues In Hell (Noruega) 2022
El primer fin de semana de septiembre se celebra el Festival Blues in Hell. Justo al lado del aeropuerto de Trondheim se alza el mega hotel Scandic y en él se pueden encontrar cuatro escenarios diferentes, uno de ellos dedicado exclusivamente al piano blues, para durante tres días de conciertos de blues sin interrupción y sin que sea necesario salir del hotel.
Aproximadamente 30 artistas y formaciones diferentes se dan cita cada año en el festival, reuniendo a artistas locales con figuras de nivel internacional. El escenario principal tiene una capacidad para 1.200 personas y los otros escenarios oscilan entre 100 y 500 personas. Uno puede moverse por los diversos escenarios y disfrutar de una experiencia única con aproximadamente 15 artistas cada jornada.
Dicho esto, es fácilmente deducible que es prácticamente imposible visionar cada uno de los conciertos, por lo que ofrecemos un pequeño resumen de algunos de los conciertos de los que pude disfrutar en esta edición de 2022.
En todas sus apariciones en el escenario Vikaune, un coqueto emplazamiento en uno de los salones/bares del hotel, Mike Sánchez destiló un ritmo endiablado que contagió al público con sus ganas de agradar y su feeling al piano.
Una de las pianistas que más me gustó fue Anke Angel. Además de cantar, realizó un show muy dinámico y se convirtió en una auténtica entertainer al piano. Con una buena puesta en escena, demostró su dominio de muchos del los estilos del blues.
Con su blues tremendamente tradicional y directamente desde USA, Roy Book Binder cautivó a los espectadores, interpretando con sencillez y mucho feeling el más auténtico country blues.
Por supuesto el espíritu de Muddy Waters planeó durante todo el concierto de su hijo Mud Morganfield. Blues de Chicago con un toque exclusivo y el recuerdo a su gran progenitor en un concierto muy gratificante, acompañado por una banda de excelentes profesionales.
Poco se puede decir de Walter Trout que el aficionado no sepa ya. Poderoso blues rock que, en algunos momentos nos trasladó a los años setenta, siempre con una eficiencia y una gran energía fuera de toda duda.
No conocía al noruego Marius Lien, un músico dotado de un tremendo feeling que, con su blues intimista y profundo, supo conectar e impresionar al público del festival.
Una agradable sorpresa la actuación de Jolly Jumper & Big Moe & The Jimbo Jambo Band capitaneados por Kjell Inge Brovoll, entre otras cosas, buen armonicista y director del festival. Una banda muy bien ensamblada en la que destacó el trabajo el pianista.
Otro de los grandes bluesmen, en este caso venido desde Holanda, es Hans Theessink. Hans atesora una gran intensidad y vive los blues profundamente. Esa pasión se percibe en cada uno de sus conciertos y en el bonito escenario de Hell no podría ser de otra manera.
Sin duda BB & The Blues Shacks son una de las mejores bandas de blues de Europa. Dominan como nadie el jump blues, el blues de la costa oeste y el de Chicago. Y si cuentan en sus filas con una cantante tan efectiva como es Bonita, el resultado no puede ser otro que el de un concierto magnífico como el que ofrecieron en el escenario principal del Blues in Hell.
Desde Reino Unido, los Nine Below Zero demostraron estar en una gran forma. Blues británico de alto voltaje a cargo de unos maestros consumados del género que se hizo corta por su gran maestría, su experiencia y su profesionalidad.
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Ganadores del European Blues Challenge de 2022 y gracias al Festival Blues In Hell como uno de los “awarding festivals”, es decir uno de los varios festivales que cada año contrata a la banda ganadora, los holandeses Harlem Lake se presentaron en Noruega. Practicaron un blues con influencias del rock de los setenta, que les confiere una originalidad y una personalidad muy acusada y un estilo diferente de las bandas de blues rock al uso.
Para acabar este pequeño reportaje sobre el Festival de Blues de Hell, no quiero dejar de mencionar a uno de los pianistas de boogie-woogie con más feeling en el panorama del blues europeo. Me refiero al polaco Bart Szopinski, al que siempre es una delicia escuchar y que inmediatamente nos atrapa con su ritmo frenético y contagioso. Todo un placer haberle podido ver en esta magnífica edición del Festival Blues in Hell 2022.
Texto y Fotos: Roser Blues
