CRÓNICA FESTIVAL BLUES BENICASSSIM
(6 a 8 Junio 2014)
Texto y Fotos: Roser Blues

No podíamos faltar a la tercera edición del Festival de Blues de Benicássim, un festival al que prácticamente hemos visto nacer. Es por eso que lo sentimos como si fuera nuestro, gracias también a la amabilidad y el buen rollo de sus organizadores con Maquel y Pedro al frente que, con ilusión y mucha dedicación, han conseguido que el festival se vaya afianzando año tras año y lleve camino de convertirse en referente entre los festivales de blues españoles.

Un festival realizado mayoritariamente en la parte alta del pueblo pero que también la tarde-noche del domingo monta un escenario a pie de playa, permitiéndonos disfrutar de diversos ambientes y enclaves completamente diferentes.

Todos los conciertos son gratuitos, lo que asegura un alto nivel de asistencia y permite descubrir el blues a un público neófito en el tema, pero en contrapartida, genera más trabajo s los organizadores, que deben contar con el apoyo institucional y el soporte de los sponsors, que hasta el momento no les falta y esperamos sigan apostando por este excelente festival.

Buena organización y puntualidad, sin espacios muertos o largas esperas, disponiendo todos los escenarios de lugares donde sentarse para poder disfrutar relajadamente de cada una de las los actuaciones sin tener que estar horas de pie en medio de grandes apreturas. Todo ello se agradece sobremanera, así como el buen hacer de formaciones nacionales de alto nivel, que como siempre han hecho las delicias de los buenos aficionados blueseros y han sorprendido al público en general.

Este año los escenarios han cambiado de emplazamiento. Para los conciertos de la tarde se ha escogido la acogedora Plaza de los Dolores que en sesiones de viernes y sábado nos han permitido asistir a excelentes shows de grupos como LA TESTAPAZZA, dúo formado por Mattia Sinigaglia y Pol Jubany, ganadores del último concurso de la SBB, que realizan un repertorio variado y ecléctico, abarcando diversos géneros blueseros interpretados todos ellos con una gran frescura y originalidad. En alguno de los sets se les une Oriol Fontanals al contrabajo y Jake Klamburg a la caja y los platos. Pese a su juventud, músicos como ellos aseguran la pervivencia y el relevo generacional de las bandas de blues nacionales.

Destacable también la actuación de Ferran Bosch Blues Band, a quienes no había visto nunca en directo, y que sorprenden por su profesionalidad y experiencia. La formación presenta a Oscar Alcaraz a la batería, José Vicente Escriba al bajo, Toni Melia guitarra y voz y Ferran Bosch a la armónica. Todos ellos demuestran ser unos músicos experimentados dejando patente su buen hacer en versiones de clásicos como “Key to the Highway”, “Walking By Myself” o “The Thrill is Gone”. A ellos se unen los excelentes armonicistas Víctor Barceló y Paul Tilman o Stephan a la guitarra en un auténtico festival bluesero.

¿Qué se puede decir de A Contra Blues que los buenos aficionados no sepan ya? Trabajadores incansables, músicos de gran nivel perfectamente conjuntados y ganadores del European Blues Challenge celebrado el pasado mes de abril en Riga (Letonia), se meten al público en el bolsillo en sus dos actuaciones (Plaza de los Dolores y el gran escenario de la Plaza de la Estación). Una de las cosas que más me gusta de esta banda es que van más allá del blues y saben darle la vuelta a este género, pero sin perder en ningún momento el sabor y el estilo más clásico. Temas como “Hiding”, “Don’t think twice it’s all right”, “Paraphilic Way Of Love” o “Frozen Streets” son buena muestra de ello, aunque también interpretan temas más clásicos como “Crossroads”, “Mess Around” o “Wine, wine wine”, destacando también el magnífico trato que imprimen a los ‘covers’ de Ray Charles. Un grupo que cada día que pasa está ganando en fuerza, poderío y muchos enteros y, a este paso auguro que van a convertisrse en uno de los grupos legendarios del panorama bluesero español e internacional.

Todavía no sé si Edu Manazas me gusta más en formato acústico o en eléctrico. Su masterclass celebrada el sábado a mediodía fue una auténtica lección, siempre desde la humildad, del mejor fingerpicking que he oído en mucho tiempo. Explicaciones claras y entendibles, haciendo fácil lo difícil, sin ningún tipo de afectación y que nos desvelaron los secretos de los grandes maestros del estilo como Mississippi John Hurt, Reverendo Gary Davis o Blind Boy Fuller entre otras muestras del Piedmont blues. En su set eléctrico de la noche del viernes, Edu volvió a demostrar que es un bluesman polifacético que conoce perfectamente todos los ‘palos’ del blues. Basado en el Chicago blues de los 70 y acompañado por una excelente banda (¡que buen trabajo el de Phineas Sánchez al bajo!), realizó un repertorio efectista que encandiló a los asistentes, especialmente en un largo solo realizado en medio del público. Personalmente me impresionó mucho su versión del tema “Somebody Loan Me a Dime” de Fenton Robinson.

Como ya he dicho en otras ocasiones, Tota Blues Band no pretenden innovar sino perpetuar el auténtico sonido de Chicago de los años 50 y 60. Conocen bien lo que se traen entre manos y su repertorio bascula entre clásicos como “Long Distance Call”, “What’s The Matter With The Mill”, “The Same Old Blues” y composiciones propias como “Un Tipo Raro” o “Todo Lo Hice Por Los Blues”. En mi opinión y en esta ocasión les faltó algo de su punch habitual, pero no por eso dejaron de satisfacer a la audiencia que disfrutó en todo momento con el trabajo de Tota a la armónica y Martin Merino a la guitarra.

Por causas ajenas a mi voluntad no puedo asistir a gran parte del concierto de Nico Wayne Toussaint. Nico es un artista dotado de un enorme feeling que sabe transmitir tanto con su voz como a la armónica. Partiendo del blues de Chicago desarrolla un estilo propio donde mezcla el boogie más explosivo y machacón junto al bailable swingin’ blues. Por lo que pude ver no paró de moverse durante toda su actuación contagiando su energía y ganas de disfrutar a un público entregado en todo momento.

Siempre es un lujo poder contar con 18 músicos en un escenario, especialmente si son una banda con el carisma de los Travellin’ Brothers Big Band. Si uno cierra los ojos puede sentirse transportado a una de aquellas pistas de baile de los ‘big dance halls’ de los años 40 en New York. Pero aunque casi parezca mentira, estamos en Benicassim y ellos vienen de Bilbao para presentarnos su álbum “Magnolia Route” (título que hace referencia a una de las primeras carreteras asfaltadas que unió Mississippi y Chicago). Aunque casi nunca falta en su repertorio el tema “Sweet Little Angel” de BB King, fue una gozada disfrutar del swing y el jazz de esta poderosa sección de metales (más un violín) liderada por Alain Sancho, así como sumergirnos y dejarnos llevar por los diversos ritmos e influencias de estos grandes profesionales comandados por la voz y la entrega de Jon Careaga que se deja la piel en el escenario, la eficaz guitarra de Aitor Cañibano, Eneko Cañibano siempre efectivo al bajo, Isi Redondo a la batería y washboard y Under Unzaga a los teclados (mucho más sólido que en ocasiones anteriores), con el respaldo de dos voces femeninas, para conformar todos ellos un variado y perfectamente ensayado repertorio, que nos transporta en un viaje imaginario por los caminos del blues, el jazz, el swing o la música de Nueva Orleans en un apoteósico final al estilo de las ‘marching bands’, desfilando entre el público, cantando y haciéndonos cantar el archiconocido “When The Saints Go Marching In”.

El festival tuvo también gratos momentos también de distendida charla y reencuentros en los vermuts-blues programados en diferentes bares de la villa y los acústicos urbanos, donde bebida, comida y buena música se han dado la mano y, como no podía ser de otro modo, una excelente paellada, donde la música y el blues han estado presentes de la mano de Chino y Tota.

En la jornada de la tarde del domingo el festival se traslada a la playa de la Torre de San Vicente. A partir de las 19 horas dos pesos pesados de la escena barcelonesa, Wax & Boogie y Mambo Jambo. Un placer disfrutar del atardecer frente al mar y las palmeras, ante un bello escenario con la Torre de San Vicente a sus espaldas y el potente blues and boogie de Ster Wax y David Giorcelli junto al incombustible Regi Vilardell a la batería, más el soporte de Oriol Fontanals al contrabajo la efectividad hecha persona de Big Dani Pérez al saxo. Ster se está afianzando como una buena cantante de swing, rhyhm & blues y rock ‘n’ roll, además de blues, y va adquiriendo un gradual dominio de su voz y del control escénico. Por su parte David conoce todos los recursos del piano boogie en excelentes versiones y algún tema propio. Mención aparte al perfecto soporte de Big Dani Perez, garantía de calidad, y que en todo momento da empaque y realza la labor de esta banda que siempre tiene un hueco en mi corazón.

Después de tantas emociones un merecido descanso siempre viene bien pero aun nos da tiempo de acercarnos de nuevo a ese viejo club para tomar la última cerveza junto a una improvisada jam con Byther Smith y su banda, Zora Young o Bob Stroger…
Qué rapido pasa el tiempo… Es sábado y subimos al ese tren del Festival que nos lleva a un viaje increíble por el mundo del blues. Empezamos con gran energía de nuevo en California. En el escenario Pat Wilder & Serious Business. Curiosa banda que combina el órgano con una guitarra poderosa y el violín electrificado de Carole Mayedo, que nos retrotrae a los años hippies y a la música de Papa John Creach. Ya conocía a Pat pues la había visto hace unos años en Badalona con los “Music Maker Blues Revue” en un concierto muy entrañable. En esta ocasión su set fue mucho más cañero. Temas clásicos como “Chicken Shack” pero interpretados con un aire muy actual y una guitarra incendiaria para empezar a calentar nuestro viaje.

Los Mambo Jambo son una banda que fusiona el psychobilly y el rhythm and blues. Su enorme entrega y fuerza escénica hace que el espectador se quede boquiabierto ante tamaña explosión de ritmo y comunicación. Otro de los saxofonistas míticos, Dani Nel.lo lidera la banda, que tiene en Ivan Kovacevic un referente y auténtico showman del contrabajo, sin olvidar a Mario Cobo, que ha crecido enormemente como guitarrista, y el ritmo hecho persona en las manos y los pies de Anton Jarl. Electrizante actuación para hacer vibrar y bailar a todos cuantos prácticamente invadieron la parte frontal del escenario.

Después de tamaña exhibición y siendo el lunes día laborable en Benicassim, la jam session final quedó algo desangelada ante la desbandada de público, pese a contar con el gran Nathan James como invitado de lujo. A pesar de ello, Chino, Rod Deville, Regi, Oriol Fontanals, La Testapazza, MA Lonesome, Víctor Barceló y otros músicos pusieron todo su empeño en cerrar con broche de oro un festival que no nos deja más que excelentes momentos y buenas sensaciones en la retina. ¡Larga vida al Festival de Blues de Benicassim!