Nominado a los Grammy de 2019, el cantante, compositor y guitarrista Christone “Kingfish” Ingram se erige con sólo veintidós años en representante de la nueva generación de artistas de blues afroamericanos. Aclamado por los antiguos y nuevos aficionados al blues, ahora Kingfish presenta su segundo álbum para la compañía Alligator. Durante estos dos últimos años nuestro hombre ha alcanzado una enorme popularidad y reconocimiento no sólo en Estados Unidos sino también a nivel internacional.

Este trabajo que lleva el título de “662” (el código telefónico de su zona) describe su personal historia en un viaje que va desde sus inicios en su hogar de Clarksdale en el corazón del Delta muy cerca del legendario ‘crossroads’, allí donde Robert Johnson vendió su alma al diablo, hasta su ajetreada vida actual con toda su agenda repleta de conciertos.

Sus canciones reflejan fielmente el legado de artistas como Robert Johnson, Lightnin’ Hopkins, B.B. King o Muddy Waters, pero también su música nos acerca a Jimi Hendrix o Prince, lo que hace que su sonido haya desarrollado y refleje un estilo propio, tremendamente contemporáneo, efectivo, moderno y actual en verdaderas perlas como “662”, “Another Life Goes By”, “Long Distance Woman”, “She Calls Me Kingfish” o “Too Young To Remember”. Las trece canciones más un ‘bonus track’ están interpretadas de manera precisa, intensa y apasionada mostrando una singularidad muy especial lo que hace que los aficionados podamos estar tranquilos sabiendo que el nuevo blues está en buenas manos, al menos en lo que a Christone “Kingfish” Ingram se refiere.