Con este disco, el sensacional cantante, armonicista y compositor Chris O’Leary debuta para la compañía Alligator, lo que ya presagia la calidad de este álbum. De hecho, el propio Bruce Iglauer ha comentado que lo que más le ha impresionado de Chris es su increíble forma de componer canciones con letras que se mueven desde las más divertidas historias hasta los temas más profundos y personales, pero también ha quedado sorprendido por la pasión que pone en cada una de sus interpretaciones y su extraordinaria técnica a la armónica con la que desarrolla sus impactantes solos.

Vocalmente hablando, su forma de cantar está influenciada por Levon Helm, batería de The Band, con el que durante años estuvo tocando en el grupo The Barn Burners y en el que Chris era el vocalista. Si hablamos de la armónica, su mayor influencia se encuentra en James Cotton, al que descubrió de joven cuando su padre le regaló el disco “Hard Again” de Muddy Waters en el que Cotton se encontraba a la armónica. Chris estuvo también en el ejército, pero nunca olvidó la música y el blues, volviendo con fuerza a los escenarios hasta que una afección en su voz le obligó a dejar los escenarios por un tiempo, trabajando como policía y ocupándose de su familia. Sin embargo, la música era su vida y pronto volvió con fuerza a ella, grabando para VizzTone, gracias a los auspicios de su buen amigo Bob Margolin.

Este primer disco para la compañía Alligator contiene doce temas propios, que son una buena muestra del tremendo feeling que Chris posee a la hora de interpretar los blues y que sin duda penetrarán hasta el fondo del alma del oyente por la intensidad de todos y cada uno de ellos. Además, Chris está acompañado por una serie de músicos de primera categoría entre los que podemos mencionar a los guitarristas Chris Vitarello, Greg Gumpel y Monster Mike Welch, los pianistas Jesse O’Brien, Brooks Milgate y Jeremy Baum, los bajistas Andy Huenerberg, Matt Raymond, Dan Vitarello, Michael Bram, Andrei Koribanics y Ray Hangen, además de una poderosa sección de vientos y los coros de Libby Cabello y Willa Vincitore.

Un fabuloso disco de blues francamente recomendable por su calidad y las excelentes dotes de este gran artista llamado Chris O’Leary.