Chris Beard pertenece a la generación de cantantes y guitarristas que practican el blues más actual. Nacido en 1957, Beard es hijo del también guitarrista Joe Beard, que solía tocar en Beale Street allá por los años cincuenta y que tenía entre sus amigos a músicos como Buddy Guy o Matt “Guitar” Murphy. Chris creció rodeado de blues y aún recuerda aquellas palabras de Matt “la guitarra tiene que ser como una extensión de ti mismo”.

Con estos antecedentes Beard se ha convertido en un excelente intérprete. Ha publicado seis discos y ahora presenta su séptimo trabajo grabado para Blue Heart Records, en el que Chris muestra sus habilidades tanto a la voz como a la guitarra, con espléndidos solos que muestran su dominio, elegancia y buen gusto.

Diez canciones conforman este disco, ocho de ellas composiciones propias ya publicadas en algunos de sus anteriores discos, pero remasterizadas para la ocasión, que mezclan a partes iguales el blues más tradicional con el rhythm and blues de actualidad. Todas ellas se convierten en un tributo a aquellos grandes músicos que le precedieron, interpretadas siempre con unos arreglos agradables y contemporáneos y que hacen de ellas un producto muy atractivo para las nuevas generaciones de amantes al blues.

A lo largo del disco el oyente encontrará también deliciosos toques de góspel, groove, New Orleans, funk, Louisiana Blues, dirty rockin’ blues e incluso alguna que otra intensa balada donde se puede apreciar toda la fuerza interpretativa de Chris Beard, perfectamente respaldado por un grupo de fantásticos músicos como son Brother Wilson a la guitarra, John Tucker y Jonathan Curry a los teclados, Marvin Parker al bajo y Carlton Campbell a la batería más las colaboraciones de Johnny Rawls, Mary Ellen Haden, Richard Rodolph y Kenny Neal quienes dan empaque al producto y, por supuesto, su padre Joe Beard también a la guitarra.