El respetado grupo The Charlie Wheeler Band se ha curtido conduciendo y participando en innumerables jam sessions en las que tanto los músicos como el público disfrutan con un enorme entusiasmo hasta altas horas de la madrugada Esto les ha proporcionado una gran energía y una experiencia que desarrollan a lo largo de un repertorio de rock-blues y power pop con influencias de Black Crowes, The Allman Brothers Band o Pearl Jam Ahora presentan su cuarto disco que fue grabado en los Graphite Sound Studios en Warren, Pennsylvania bajo la supervisión y dirección de Anthony Brown Doce canciones compuestas todas ellas por el propio cantante y guitarrista Charlie Wheeler quien, junto a Dave Fink al bajo y voces y Rad Akers a la batería, han realizado un trabajo sólido y muy compenetrado con un Wheeler pletórico y autosuficiente que conduce el discurso con autoridad y relevancia Las letras de las canciones están llenas de referencias a la personal forma de vivir la vida a tope que a menudo ellos pregonan, donde se cuentan historias de amor, vida o diversión tal como la pueden contar quienes provienen de un entorno lleno de dificultades