Aunque nacida cerca de Barcelona, la cantante Cecilya Mestres ha desarrollado su carrera musical en Francia, concretamente en Paris, aunque ello no le impide actuar en nuestro país siempre que se tercie.

Con sólo tres años un día llegó a su casa con un folleto de una escuela de música y no paró hasta que sus padres la matricularon. Con 14 años realizó su primer concierto y después de graduó de Audiovisuales en la Universidad Politécnica y en la Escuela de Arte Dramático de Barcelona. A partir de ese momento y tras un viaje a Mallorca descubre su pasión por el blues, el rockabilly y el rock de los años 50. En 2019 se instala en París e inicia una imparable carrera formando su propia banda y actuando en algunos de los más conocidos festivales de blues y rockabilly de Europa.

Ahora presenta su último trabajo con once canciones, algunas de ellas coescritas junto a Rodolphe Dumont, en el que queda claro que, además de cantante con una voz bien timbrada, Cecilya es una enamorada de la música de los años 50 que interpreta con conocimiento y mucha soltura. Las canciones del disco nos invitan a un recorrido por estilos como el rockabilly, el rhythm & blues, las baladas de los años 50, con toques de blues, doo-wop, boogie e incluso mambo, que trasladarán al oyente a aquellos días en que la fuerza de Elvis y el glamour de Marilyn eran admirados por aquellos jóvenes que empezaban a descubrir la música negra. Destacar también que las letras nos hablan de las vivencias personales de esta artista y son un reflejo de su personalidad

La voz de Cecilya Mestres está perfectamente respaldada por sus Candy Kings que son Rodolphe Dumont a la guitarra, Gordon Beadle al saxo tenor y barítono, Olivier Cantrelle al piano, Adbell B.Bop Bouyousfi al contrabajo y Denis Agenet a la batería.