Todos los que hemos tenido la oportunidad de verla en directo (en mi caso en el Benicassim Blues) sabemos sobradamente que Casey Hensley es un torbellino en el escenario, una fuerza desatada y desbocada de la naturaleza, además de poseer también una voz espectacular que deja al público completamente boquiabierto Con este álbum Casey debuta para el sello de Richard Rosenblat, Vizztone Records, y lo hace entrando con buen pie ya que sus ventas han crecido exponencialmente Aunque Casey empezó estudiando ópera, pronto quedó atrapada por los blues que le permitieron expresar toda la pasión y el fuego que lleva dentro de sus entrañas El álbum contiene nueve canciones en las que Hensley está arropada por la siempre excelente Laura Chavez a la guitarra, quien también ha coproducido el álbum junto a la propia Casey Hensley, Marcos C al bajo, Evan Caleb Yearsley (hijo de la malograda Candye Kane) a la batería y una sección de vientos para la ocasión formada por Jonny Viau y Steven Ebner quienes aportan una buena dosis de swing, colorido y alegría Prestad pues atención a Casey Hensley, porque intuyo que va a dar mucho que hablar en un futuro no muy lejano