Después de algún tiempo dando oportunidad a grandes intérpretes y talentos representantes del blues más contemporáneo, la compañía Alligator nos sorprende ahora con un álbum de blues de Chicago en la línea del blues clásico de los años cincuenta y entroncado en la tradición del viejo Delta Down-Home blues a cargo de Carey Bell, a la voz y la armónica y su hijo Lurrie Bell, a la guitarra acústica y voz Ambos se fusionan con la calidez, la sabiduría, la elegancia y la complicidad que sólo un hijo con su progenitor pueden conseguir Este disco se grabó durante una gira en Escandinavia en el año 1991, en unas sesiones efectuadas en directo, sin trucos, repeticiones ni mezclas y el resultado es una verdadera joya, un álbum intenso, vibrante y sumamente relajado Carey Bell está soberbio y Lurrie magistral El disco rezuma magia y emoción, en todas y cada una de las doce canciones que integran esta magnifica obra que cautivará a cualquier aficionado al blues en estado puro