Desde muy joven Blind Lemon Pledge sintió una gran e inmensa afición por el blues, el folk y la música de raíz, aprendiendo de artistas como Blind Lemon Jefferson, Son House o Skip James. Partiendo de esos músicos desarrolló un estilo muy personal en el que mezcla el country, el rock, el Zydeco y viejas canciones interpretadas por las jug bands de los años veinte y treinta. Durante este tiempo de confinamiento Blind Lemon Pledge se ha dedicado a componer un puñado de canciones que ahora nos presenta en este álbum, el noveno en su carrera. Son un total de doce composiciones en las que Blind Lemon Pledge se encuentra a la voz, la guitarra y la armónica. A éste se le unen Peter Grenell al bajo y Juli Moscovitz a la batería. Culinariamente hablando los tres han cocinado un suculento guiso, rehogado con un vino de la Louisiana y lo han servido todo sobre un mantel de picnic, listo para comer en el campo. Musicalmente, el resultado es un puñado de canciones eclécticas que nos conducen a una buena mesa musical con manjares provenientes de la música americana con raíces.