Desde Eugene, Oregon nos llega este vibrante y enérgico armonicista y cantante que nos ofrece dos productos de bella factura, honestos y realizados con todo el sentimiento del blues que sale de lo más profundo de las entrañas Bill canta, toca, rie, sufre, llora y se alegra con los blues que desgrana y desgarra con el auténtico corazón del bluesman que vive a tope los blues Dos discos diferentes y cercanos al mismo tiempo En el primero Bill está solamente acompañado por el guitarrista Alan Hager y es un trabajo totalmente acústico, donde se dan cita bellas canciones en el más puro estilo delta, Piedmont, rag y demás músicas similares Alan Hager da la replica perfecta con la guitarra acústica para que Bill suene brillante, atractivo y efectivo, por algo Alan es un perfecto conocedor y estudioso de Charley Patton o Son House entre otros muchos En cambio Don’t Lose Your Kool es un álbum eléctrico donde nuestro hombre suena poderoso, con un sonido grueso y viril En este trabajo Bill pone a prueba todos los conocimientos aprendidos de sus mentores como Little Walter y Billy Boy Arnold y nos ofrece un disco de auténtico estilo Chicago donde tambien encontramos a su amigo Alan Hager a la guitarra eléctrica y slide junto al guitarrista Jim Cochran, Albert Reda al bajo y Johnny Moore a la bateria completan esta banda llamada The Party Kings donde reverencian con fidelidad extrema el más genuino blues de Chicago con la precisión y el gusto de los verdaderos maestros Dos discos sencillamente magníficos