De vez en cuando nos llegan discos que, aunque no puede decirse que sean propiamente de blues, poseen una indudable calidad, que hace que merezcan unas líneas de presentación al oyente.

Este es el caso de la banda de acid blues Bees Deluxe. Provenientes de Boston, han realizado extensas giras por todos los Estados Unidos, contando con una legión de fieles seguidores, que disfrutan con la elegancia y la sofisticación de su música.

El álbum se grabó durante un periodo de doce meses en Massachusetts. Contiene doce canciones, una por mes, en las que se mezclan el genuino blues de Chicago de los años 60 con canciones en las que lo que domina es la improvisación y un cierto ambiente en el que la banda da rienda suelta a sus sueños, visiones y elucubraciones musicales con las que introducir al oyente en ese mundo onírico, paralelo y lleno de fantasía musical.

Una producción muy cuidada y un nutrido grupo de músicos hacen de este disco una rareza especialmente dedicada a aquellos que busquen sensaciones únicas y diferentes en bellas canciones.